Villa Urquiza, sus constructores...

Les cuento que ayer me encontré con una amiga de años, Ana, socióloga con mucho trabajo en las villas. Militante social por sentimiento y vocación, la cuestión que me comentó que había fallecido su suegra, antigua vecina de Urquiza, y se encontraba ordenando la casa, guardando lo más necesario y a otras dándole diferente destino. Entre las mismas la difunta guadaba antiguos objetos, fotos, recortes de diarios, obsequios tales como abanicos, espejos, reglas, escuadras, en fin, el tipo de gentilezas que se acostumbraba regalar a los clientes a fin de año y que realmente no estaba decidida a que hacer con ellos. Le comenté el tema de la página web y acordamos que me los traería, así fue, y bueno realmente me puso muy contento, pues a partir del momento en que someta todo ese material al scaner, lo iré publicando para compartirlo.
También quedamos con Ana en ver como le podemos dar forma a la creación de un museo o muestra que documente las pequeñas y grandes cosas que estan guardadas en algunos cajones o en un rinconcito de nuestra memoria.
Les propongo. Por qué no lo hacemos entre todos?

Hola amigos, son estas las primeras palabras de todo lo que vamos a recopilar juntos, para rearmar la verdadera historia de nuestro barrio. Recordaremos a los luchadores anónimos, los que no figuran en los libros históricos de los barrios. Esos que nunca buscaron reditos polí­ticos ni personales, pero sí se sumaron a las epopeyas barriales. Los que no solo contribuyeron al crecimiento intelectual, comercial, cultural de la zona sino del paí­s mismo. Los que nunca fueron nombrados, quizás por su actitud silenciosa pero digna y pletórica de inquietudes. A partir de hoy recordaré algunos que perduran en mi memoria, como Petaca al que su sobrenombre da idea de su altura física, hincha faná¡tico de Boca y canillita recordado por los vecinos que peinan canas.
Don Felipe, sereno nocturno, encargado de encender y apagar la iluminación pública, era junto a los "vigilantes" de parada, un efectivo controlador de la seguridad.
Don Gambini, propietario de un vivero en Baunes casi Mendoza, gran conocedor de la historia de Villa Urquiza.
Los polacos de la pizería Giusepin, que cautivaran clientes con el exquisito aroma a empanadas fritas que inundaban Triunvirato a la altura de Monroe.
El tano Mateo, sereno de Shell de Triunvirato y Olazabal, que en todas las madrugadas se lo veía lavando colectivos para engordar su salario.
Costa Rica, canillita y lustrador de zapatos, ex boxeador. El apodo provenía del lugar que utilizaba como parada, Cafe Costa Rica, actual confitería El Pindal.
Recuerdo también el Club Select Urquiza, actual Casa Almaraz, del cual mi padre fue presidente, donde se jugaba al billar en todas sus variantes, ajedrez, dominó. También contaban con equipos de futbol y rugby.
Don Fausto , el eterno viejito, con su kiosko en Triunvirato y Olazabal.

Amigos los invito a que acerquen nombres y actividades de sus vecinos. Juntos realicemos la verdadera historia de nuestros barrios. Villa Urquiza, Villa Pueyrredón, Saavedra, Drago, Villa Ortuzar, Parque Chas y de esta manera reinvindiquemos la memoria de tantos hombres y mujeres que han sido los verdaderos constructores de nuestra comunidad. Nos vemos.
NOTA Por ahora y hasta que instale un lugar para dejar mensajes, haganlo llegar vía e mail omarengo@yahoo.com